miércoles, 17 de julio de 2013

Día tres: Uno que sea un placer culposo



El olvido que seremos cuenta con un lenguaje sencillo y coloquial, si uno es colombiano, automáticamente se siente identificado, cabe aclarar que no está escrito en un lenguaje burdo ni vulgar, como deberían pensar muchos al leer la palabra “coloquial”.

Es un libro del escritor y periodista Héctor abad Faciolince, quizá el libro más importante para él como autor, porque narra su propia vida, su infancia, su familia. Es un libro autobiográfico, pero enfocado hacia la vida de su padre: el doctor Héctor Abad Gómez, uno de los médicos y políticos más importantes y reconocidos en Antioquia en las décadas de 1970 y 1980.

Abad Faciolince escribe sobre sus hermanas, sobre todo de Marta, quien murió de cáncer siendo muy joven. De su madre, perteneciente a una familia católica y conservadora, su tío era cardenal. Y de su padre, el doctor Abad Gómez, que fue la persona a la que mas quiso, escribe sobre su vida como médico, su vida como catedrático, su vida como político y activista político, sus ideales, la persecución que sufrió por parte de grupos paramilitares, y su muerte.

El libro habla, además, de la vida social de su familia. Por ejemplo, de una de sus hermanas, quien fue novia de Álvaro Uribe Vélez; de los amigos de su padre: Pedro Aguirre y Carlos Gaviria, ambos exiliados fuera del país por persecución política.

Relata sus alegrías y tristezas. Sus alegrías al lado de su padre, y su tristeza después de su asesinato.


Es un libro apasionante, que automáticamente conecta al lector con la vida del autor. Es un placer culposo, porque es un libro que toca hasta la fibra más sensible, es un verdadero placer leerlo, pero con la tristeza de saber cómo finaliza el libro.

Diego Hernán Rubiano Devia


@DiegoRubianoD

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