lunes, 30 de diciembre de 2013

BITÁCORA NAVIDEÑA 2013-16

Diciembre 25

Ya es navidad. Es media noche y es hora del brindis. Me abrazo con mi mamá, mi papá y mi hermano como es costumbre. Va llegando la familia y vecinos a dar los buenos deseos. Veo a mi prima sentada en la sala sola, llorando, por la ausencia de su mamá.

Todos los vecinos sacan sillas a la calle (es un conjunto residencial) y con la música a todo volumen, todos bailan con todos, la felicidad prevalece a pesar de los problemas que puedan existir.

Los mensajes y llamadas de los amigos y familiares no se hicieron esperar, y terminaron por cerrar con broche de oro la nochebuena.

Son las 4:30AM y ya tenemos sueño. Algunos vecinos también se van a dormir y otros siguen la fiesta hasta las 6AM.

Me levanto y encuentro a gran parte de la familia conversando en la sala. Es tan grande la familia que la vajilla de porcelana no alcanzó para el almuerzo.


En la tarde empiezan las fiestas del pueblo. En un desfile con carros de bomberos, motos y reinas. Tiran harina, espuma y otros elementos. Todo es alegría. Algunos pasan el guayabo y otros celebran.

Diego Rubiano D.
@DiegoRubianoD

BITÁCORA NAVIDEÑA 2013-15

Diciembre 24

Se acerca la navidad y un ambiente de calma rodeaba todo el pueblo, hacía alusión al mítico Macondo de Gabo. Los habitantes se levantan temprano para arreglar sus casas y recibir al Niño Dios a media noche.

En una casa vecina ponen un gran sonido para poner música en la noche y en la madrugada y que toda la cuadra baile.

Muchos hacen tamales en sus casas para comer en la mañana de la navidad, y en esas estaba mi abuelita en su casa desde la noche anterior.

La tradición, como en muchos países de Europa, es ir a la Misa de Gallo en la gran iglesia del pueblo, y después llegar a casa antes de las 12 de la noche para dar la feliz navidad.
El ambiente es cálido en la noche. Toda la familia se reúne, los vecinos saludan y dan la feliz navidad así uno no los conozcan.


Aún prevalece la tristeza de la ausencia de mi tía en la cara de mi prima y de su esposo (viudo), pues es la primera navidad que pasan sin ella.

Diego Rubiano D.
@DiegoRubianoD

BITÁCORA NAVIDEÑA 2013-14

Diciembre 23

Viajamos al Tolima en la madrugada del lunes 23 a compartir con la familia: tíos, primos, etc. Lo hacíamos con el fin de pasar la navidad en honor a la ausencia de mi tía, gran persona, que falleció a principio de este año, porque en realidad a mí no me gusta pasar la navidad en tierra caliente, pero hay que disfrutar para no amargarse, y menos en estas fechas.

Las novenas son mágicas, empiezan a las 6pm y los niños se reúnen en granes grupos y pasan por varias casas a rezar la novena. Esa es la tradición.

A la casa de mi tía QEPD, llegaban después de las 7PM varios niños a rezar la novena frente al gran Pesebre que se posa sobre la sala. Muchos vienen con panderetas, maracas, guacharaca, y un niño que me dejó realmente impresionado que llegaba tocando villancicos en una flauta traversa.


La alegría de los niños daba calor humano a la casa que por mucho tiempo se vio triste y solitaria por la pérdida de mi tía.  

Diego Rubiano D.
@DiegoRubianoD

jueves, 26 de diciembre de 2013

BITÁCORA NAVIDEÑA 2013-13

Diciembre 20

Faltan cinco días para el nacimiento del Niño Jesús, y la novena viene con una buena vibra y con buñuelos.

Mamá sale a vacaciones de la oficina y hay más tiempo para compartir.

Diego Rubiano D.

@DiegoRubianoD

BITÁCORA NAVIDEÑA 2013-12

Diciembre 19

Llegan recuerdos a mi cabeza de cuando mis primos, mi hermano y yo éramos pequeños y hacíamos la novena en casa de la tía, en la casa de la tía abuela y en casa de nosotros. Ahora todos grandes y cada uno ha tomado su propio rumbo y al parecer, esos momentos habían acabado del todo.

Muchos de mis primos ya tienen su propia familia, y por ende tienen hijos.

Recordé estas pequeñas vivencias de mi infancia al ver a mi primo con su esposa y sus dos hijas y un sobrino tocando la puerta en la noche para compartir la novena con nosotros. Los gritos de los niños, y los coros desafinados de los villancicos me llenaron de felicidad y le dieron otro ambiente a la casa.

Finalizamos comiendo perro caliente y Coca-Cola, y aunque la sala de visitas quedó llena de comida regada, el momento fue agradable.

Diego Rubiano D.

@DiegoRubianoD

BITÁCORA NAVIDEÑA 2013-11

Diciembre 18

Misma novena, mismos gozos, mismas oraciones, intenciones diferentes, villancicos clásicos que se tornaban repetidos; pero nos une la familia, y permanecemos sentados con una sonrisa gigante frente al pesebre.

No recuerdo qué se hizo de finalización.

Diego Rubiano D.

@DiegoRubianoD

BITÁCORA NAVIDEÑA 2013-10

Diciembre 17

Segundo día de la novena navideña. Empezamos tarde porque aún no llegaba mamá de la oficina, pero es mejor tarde que nunca.

Esta vez la novena finalizó con colaciones y jugo de naranja, fue algo ligero.

Diego Rubiano D.

@DiegoRubianoD

BITÁCORA NAVIDEÑA 2013-9

Diciembre 16

Inicio de las novenas navideñas. Una buena oportunidad para reunirnos en familia, compartir y reír.


El lío fue encontrar las maracas, las panderetas y mi guacharaca de madera.

El primer día de la novena navideña en casa estuvo acompañada de torta navideña y vino.

Faltan 15 días para finalizar el 2013.

Diego Rubiano D.
@DiegoRubianoD

lunes, 16 de diciembre de 2013

BITÁCORA NAVIDEÑA 2013-8

Diciembre 14

Empiezan las compras navideñas. Los centros comerciales se encuentran llenos.

La compra de la ropa es fundamental, y es la prioridad en este día, al igual que la compra de los primeros regalos de navidad.

El plan de recorrer varios almacenes, medirse ropa una y otra vez, se hace más ameno cuando es plan familiar, como en este caso.

El almuerzo se convirtió en un verdadero karma al ver que todas las mesas, en todos los restaurantes y en la plazoleta del centro comercial se encontraban ocupadas. Al final conseguimos una mesa desocupada por obra y gracia.

A final el reto era conseguir taxi para retornar a casa, pues dentro del centro comercial la cola era inmensa, y afuera ningún taxi se detenía. Se pudo finalmente abordar un taxi, aunque nunca nos imaginamos el monumental trancón que se venía más adelante.

Entrando la noche llegamos a casa cansados pero felices. 

Diego Rubiano D.
@DiegoRubianoD

lunes, 9 de diciembre de 2013

BITÁCORA NAVIDEÑA 2013-7

Diciembre 7

No recordaba que había reunión familiar. Me levanté a las 10:00am.

Había misa familiar al medio día y habíamos salido tarde de la casa. Ningún taxi se detenía, muchos no querían trabajar, y para otros era la hora del almuerzo. Hasta que al fin se detuvo un taxi que nos llevó a la iglesia.

A la salida de la misa fue igual: ningún taxi paraba, y estaba haciendo tanto frío y ánimos de llover que decidimos ir en bus hasta la casa de mi primo, donde nos íbamos a reunir.

La tarde era con asado en la terraza y cerveza. Y más tarde el ponqué y el vino. Fue una tarde amena, de risas y anécdotas, sobre todo con mi prima, con quien tomamos tanta cerveza que salimos “prendidos” del lugar.


Llegamos a casa a encender las velitas, pero la lluvia arruinó todo y apagó las velas. Se escuchaban niños gritar de felicidad y vecinos bailando sin importar el clima.

Diego Rubiano D.

@DiegoRubianoD

BITÁCORA NAVIDEÑA 2013-6

Diciembre 6

Me puedo levantar hasta tarde, tengo la grabación del especial de navidad de la emisora hasta por la tarde.

Me levanto a las 10:00am, reviso el correo y me  baño. Espero al almuerzo.

Llega visita familiar al medio día, pero los saludo de afán porque tengo que salir a la universidad, no sin antes hacer una parada en el banco para cancelar el carné que se me dañó.

Voy al banco, cancelo y me dirijo a la oficina de carnetización, no hay nadie.
Me devuelvo y me siento en una banca a esperar a que abran la oficina. Mientras tanto escucho música.

Vuelvo a entrar y hago la fila para que me tomen la foto y me me den el nuevo carné.
Me dirijo a la oficina de radio en la facultad para organizar lo que voy a decir en el programa especial de navidad.

Somos pocos los que llegamos a grabar ese día, pues muchos están de viaje y otros trabajan.

Grabamos seis personas, y por problemas técnicos salimos de grabar a las 7:00pm. Pero antes de salir ¡oh sorpresa! Llegó torta, confitería y gaseosa para comer gracias a uno de los miembros de la parte técnica.


Salimos llenos de la universidad. Llegué a casa a las 10 menos 15. Había buñuelos hechos por mis papás.

BITÁCORA NAVIDEÑA 2013-5

Diciembre 5

Despedida de la clase de Métodos Cualitativos con un pequeño picnic cerca al árbol de navidad de la universidad. Me levanté tarde, y por lo tanto llegué una hora tarde.

Jugamos voleibol con los que quedaban, nos quemamos con el calor de ese sol ardiente que caía sobre la capital.

Pedimos por fin las notas de Interpretación Textual, pasé raspando, pero pasé.

Una cerveza al año no hace daño, y me la tomé esa tarde.

Aún nada de buñuelos en casa…

Diego Rubiano D.
@DiegoRubianoD

domingo, 8 de diciembre de 2013

BITACORA NAVIDEÑA 2013-4

Diciembre 4

Entrega final del trabajo de Periodismo Informativo. El salón estaba prácticamente vacío, los que subíamos a entregarlo teníamos algo de nervios. Esperamos un rato, el profesor se levantó, recogió los trabajos y simplemente dijo. ¡Suerte es que les digo! Y se fue.

La otra preocupación del día era la nota de Interpretación Textual. De esa nota dependía si pasaba o no la materia. Fui a la oficina de la profesora tres veces seguidas, no estaba. Posteriormente llega un correo de ella donde dice que no puede asistir, y que la busquemos mañana. Mi angustia se eleva.

Salimos a hablar y a reírnos un rato, luego compramos una cerveza para el calor que hacía. Terminamos algunos tomando varias cervezas en un bar de música rock.

Hicimos el último programa de radio con mi equipo de trabajo. Uno de los miembros del equipo llevó natilla, y ahí di comienzo a la comida en navidad.


¡Por fin! Natilla… 

Diego Rubiano D.
@DiegoRubianoD

BITACORA NAVIDEÑA 2013-3

Diciembre 3

Prácticamente en vacaciones. Con angustia por la entrega final del trabajo de Periodismo Informativo para el miércoles.

Me levanté a las 8:00am para diagramar el producto final de esa materia y redactar las notas que iba a presentar en la tarde en el noticiero radial.

Me alisté, almorcé y salí para la universidad a eso del mediodía. Imprimí el trabajo.

Llegué a la universidad, hicimos el ultimo noticiero en vivo de este año y salimos a festejar en un bar sobre la Calle 80 con el equipo de radio. Salimos a la media noche.


Lo complejo fue buscar taxi para la casa. Llegué a las 00:30 a casa…

Diego Rubiano D.
@DiegoRubianoD

BITACORA NAVIDEÑA 2013-2

Diciembre 2

No hay clase en la universidad. Entro y en el campus se posa un silencio casi tenebroso. Es un día frio, con ánimo de llover. Tengo una entrevista pendiente con el libretista Gustavo Bolívar a las 2:00pm para la materia de Periodismo Informativo y apenas es medio día.

Me encuentro con dos compañeras del equipo de radio, comimos helado. Una de ellas se tiene que ir, me quedo con mi otra compañera. Luego vamos a la capilla a dar gracias a Dios. Yo voy porque me encuentro en la necesidad de decidir si perdonar o no perdonar a alguien con quien tuve un percance.

Entro a la oficina de radio en la Facultad y espero a que sean las 2:00pm para entrevistar a Gustavo. La Facultad está sola y el equipo de radio tiene una reunión. Hago la entrevista, edito, y me voy a casa.

Todavía no huele a buñuelos y a natilla en la casa, pero ya se siente el espíritu navideño. 

Diego Rubiano D.
@DiegoRubianoD

BITACORA NAVIDEÑA 2013-1

Diciembre 1

Empieza diciembre, la época más feliz del año para muchos, y quizás la más triste para algunos otros. El mes llegó con toda a la ventana de mi habitación con un sol impresionante. El árbol de navidad de la casa se posaba en un rincón de la sala comedor a medio terminar desde la noche anterior.

El día se dio para decorar  cada rincón de la casa con figuras de Papá Noel, guirnaldas, muñecos de nieve, coronas, individuales para el comedor principal, etc. El pesebre se pospuso para la siguiente semana por razones técnicas (Camellos y ovejas rotas y santos descabezados).

Aún no huele a buñuelos ni a natilla en la casa y me preocupa el trabajo final de periodismo informativo. 


Diego Rubiano D.
@DiegoRubianoD

domingo, 27 de octubre de 2013

UNA HISTORIA CLÍNICA

Faltaba un mes para mi intervención quirúrgica. Era una cirugía simple y ambulatoria, una septoplastia con turbina, así es el nombre de este procedimiento. La consulta médica con la otorrinolaringóloga fue programada para un miércoles. Me acuerdo del día porque falté a clase de Lingüística en la Universidad y en la tarde tenía que estar en la emisora para el magazine informativo. Llevé la tomografía que me habían realizado en días pasados, y llegué al Hospital Central de la Policía. Esperé varios minutos hasta que me atendieran, mi actitud aparente era la de una persona afanada que quiere que la atiendan rápido, pero por dentro sentía un poco de alivio de pensar que si no me atienden, no me pueden programar una cirugía y me libro de ese sufrimiento.

Sentí un leve escalofrío cuando escuché que la puerta del consultorio 302 se abrió de repente y escuché a la doctora decir mi nombre fuertemente: ¡Diego Rubiano!, inmediatamente me puse de píe y me dirigí hacia su consultorio. Tenía una actitud fría pero amable, esa actitud que tiene cualquier paciente cuando su médico lo invita a tomar asiento. Ella era cálida y dicharachera y hacía el ambiente más ameno. Me pidió las tomografías, las revisó en menos de un minuto, las puso sobre el escritorio e ipso facto me preguntó: ¿programamos cirugía? Yo, sin musitar palabra alguna asentí con la cabeza. Los nervios me carcomían por dentro, pero al armarme de valor respondí: Si doctora ¿para cuándo sería? Miró su agenda y me dijo: para el 20 de junio está perfecto ¿puede? –si doctora, está bien. –entonces nos vemos ese día al medio día en el quirófano en el segundo piso.

Salí del consultorio de manera pensativa, ya contaba los días que faltaban para aquel 20 de junio. Tomé Transmilenio en la Estación CAN para llegar a la Universidad. Al llegar, llamé a una amiga, que también está en radio conmigo, para ubicar a mis compañeros, almorzar y cuadrar la nota informativa del magazine. Saqué mi almuerzo sin ánimos de comer y daba bocados a regañadientes, comí solo por el hecho de pensar que llegaría a casa hasta después de las siete de la noche.

Fue casi un mes pensando en ese día, pero hacía de tripas corazón y hacía como si nada, continuaba mi vida normalmente. Recuerdo que ese día antes de la intervención quirúrgica, yo tenía radio, estábamos en vacaciones y hacíamos el programa en el estudio grande de la universidad, donde se dan las clases de radio. Acabamos el programa y salí con algunos compañeros del programa. Paramos a tomar una cerveza aun siendo consciente que no podía tomar, mi única opción fue pedir una botella de agua con gas. Luego llegué a casa, alisté mi ropa del otro día, tenía hambre porque tenía que estar en ayunas doce horas antes de… me cepillé los dientes, escribí una entrada para mi blog, y me acosté. No pude dormir casi por el simple hecho de pensar que en unas cuantas horas tenía que estar en el quirófano.

¡Por fin llegó el día! Me levanté a las siete de la mañana y me alisté. Hacía todo lo posible por ocultar los nervios que me invadían y trataba de relajarme. Al hospital me acompañaron mis papás. Cogimos el taxi hasta allá, fue la carrera más rápida que había podido presenciar. Preciso ese día la ciudad estaba descongestionada, y se podía transitar perfectamente por la Avenida de las Américas, la Avenida 68 y la Calle 26. Llegamos con dos horas de antelación, dos horas que se me hicieron eternas estando sentado en una sala de espera viendo televisión sin volumen, algo que me estresaba en ese momento. Mis papás fueron a la cafetería del lugar a tomar café, yo los acompañé de puro masoquista porque no podía comer nada, y veía a todo el mundo pasando con sus tazas de café, sus hamburguesas…

Ya al medio día subí al segundo piso, al quirófano, donde llené una planilla. Me hicieron ingresar por una sala donde había varias personas con batas de color azul y en sillas de ruedas, canalizadas con suero. Me entregaron una de esas batas, ingresé al vestier y me quité la ropa. En el vestier había un letrero que decía algo así: “por favor quitarse toda la ropa, no se permite ingresar al quirófano con ropa interior”. Me cambié y les entregué la ropa a mis papás que se encontraban afuera. Me canalizaron con suero, me asignaron una silla de ruedas y me pusieron una cobija por encima. Me sentía mal, porque nunca me habían canalizado y nunca había estado en un hospital, y mucho menos en una silla de rueda. Mi primer susto fue cuando miré la manguera que tenía conectada y estaba llena de sangre, pero después pensé que era normal. Duré quince minutos ahí sentado, junto con personas que también iban a ser intervenidas. De repente vi entrar por la puerta a la doctora que me un mes atrás me había atendido en esa consulta médica. Saludó a las enfermeras y a sus colegas y preguntó: ¿Cuál es mi paciente? Una enfermera me señaló y la doctora fue hacia donde yo estaba. Me saludó, quitó los seguros de las ruedas de la silla y me llevó hasta una puerta que daba a un pasillo muy largo y ancho.

Cuando pasaba por ese pasillo veía muchas salas de intervención quirúrgica, de diferentes especialidades. Fue un recorrido largo, hasta que por fin llegamos a la sala de otorrinolaringología, que parecía una de esas salas de las clínicas que muestran en CSI. Me levanté de la silla, y procuraba hacerlo con cuidado para no maltratar mi mano con la aguja que tenía insertada. Me acosté y me arroparon. Me pusieron una lámpara en la cara, parecida a las de los consultorios odontológicos pero más incandescente. Pocos minutos después llegó una señora que me preguntó mi estado, como me sentía, y todas esas preguntas de rigor. Mientras hacía eso inyectaba líquidos en mi suero, hasta que de repente sentí que todo se movía y hasta ahí me acuerdo.

Cuando me desperté, estaba en una sala de recuperación, tenía conectado un monitor de cardio, unos parches en el pecho que nunca supe para que eran y la manguera del suero. Me sentía perdido, miraba a todos lados y solo se escuchaba el bip… bip… bip… del monitor, que empezó a tornarse desesperante después de un tiempo. Tenía mucha sed, inconscientemente respiraba por la boca, y cuando me di cuenta traté de respirar por la nariz y no podía. Toqué mis fosas nasales y lo único que sentía era el vendaje que tenía y alcanzaba a ver la gaza empapada de sangre, pero no sentía nada. Quería irme de ese lugar, me desesperaba. Al frente mío, en otra camilla,  había un señor que gritaba, gritaba desesperadamente pidiendo que lo dejaran morir, que no quería sentir más lo que estaba sintiendo, y escuché a una enfermera que decía: ¡más morfina!, ¡apliquen más morfina! En mi poca lucidez alcancé a decir: Dios mío, que eso nunca me vaya a tocar a mí. Al rato, ya más despierto, me dieron la salida, me sentaron una silla de ruedas hasta el vestier, y allí estaban mis papás esperándome con la ropa. Me vestí lentamente por la inestabilidad que aún tenía y porque aún no me habían quitado esa maldita manguera de suero que tanto me fastidiaba. Después de eso, una enfermera me quitó la aguja de la mano, yo creo que la extracción de esa aguja me dolió más que la misma cirugía.

Cogimos un taxi, y cuando llegamos a casa mi mamá me preparó la cama, me encendió la radio y me pasó el computador. Yo me sentía “bien” menos por el hecho de que casi no podía hablar. Cada media hora me cambiaban el vendaje que se empapaba de sangre. Me llevaron algo de comida ligera: caldo, fruta, gelatina, etc. Estando en esas me llamó Sonia, gran amiga, y en ese momento mi mamá estaba en la cocina y mi papá estaba recogiendo mis medicamentos, por lo que nadie pudo contestar la llamada. Lógicamente yo no podía contestar porque no podía hablar. Abrí Facebook y vi varios mensajes de personas preocupadas por cómo me había ido en la intervención, y eso me llenó mucho de felicidad.

La parte realmente dolorosa empezó esa misma noche, porque no podía dormir acostado porque me podía ahogar, me tocaba dormir sentado, cosa que no pude hacer. A las cuatro de la mañana empezaba a sentir el desespero de no poder respirar por la nariz y pensé varias veces en quitarme el vendaje y los tapones que sostenían mi tabique. Logre dormir un par de horas en esa posición. El otro día lo pasé también en cama, comía muy poco, trataba de cepillar mis dientes y no podía: ahí me di cuenta que durante la cirugía me desportillaron un diente. El desespero radicaba en que me faltaban cuatro días antes de que me quitaran el vendaje y los tapones. No dormí bien en esos días. Sentí la gloria cuando el martes siguiente, porque el lunes era festivo, fui a que me quitaran todo eso que tenía en la nariz. Aunque todavía no podía respirar, el alivio fue grande.

Me llené de tristeza al saber que mi equipo de programa en la emisora fue invitado en esos días a Boyacá a transmitir el programa y obviamente no pude ir, al igual que al magazine informativo. A los ocho días, y ya sintiéndome mejor, viajé al Tolima, aunque en realidad no estaba recuperado del todo. Tres semanas después y sintiéndome mejor, volví a la universidad a hacer radio. Ese día recuerdo que una persona muy especial me dijo que me extrañaba mucho, y cuando la vi, me dio un abrazo muy fuerte que nunca se me va a olvidar (Sonia, por si me lees ¿recuerdas?).

Diego Hernán Rubiano Devia

@DiegoRubianoD

domingo, 8 de septiembre de 2013

RADIO DREAMS

“Panorama Uniminuto nació el 3 de mayo de este año. El nombre del magazine lo escogimos ese mismo día nosotros”.

El equipo de Panorama Uniminuto
¿Quién iba a pensar que estaría detrás de los micrófonos haciendo radio? me lo pregunto constantemente al recordar esos días en los que tan solo era un oyente más de la radio tradicional. Soñaba detrás del parlante estar sentado al lado de los grandes radiodifusores del país y del mundo, ser parte de una mesa de trabajo. Aún lo sigo soñando. Así como soñaba, también me frustraba al pensar que era imposible llegar a donde los grandes.

Al cierre de la VII Semana de la Comunicación
Cuando entré a estudiar Comunicación Social en el año 2011 tenía varias expectativas, que en ese entonces eran expectativas “a largo plazo”, como el estar en la radio, en la prensa escrita, y como última opción: en la televisión. Estando en primer semestre, y sin saber nada de radio, con un grupo de compañeros nos lanzamos a hacer un programa de radio para Uniminuto Radio apoyados por el profesor Jesús Gómez, el cual titulamos El Baúl de los Recuerdos. Y como era de esperarse, en la grabación de los primeros programas el proyecto fracasó. Y fracasó por dos sencillas razones: la primera, porque no teníamos idea de hacer un libreto de radio, y la segunda, porque llegamos a cabina con la convicción de que entrar a radio era solo poner un tema y hablar a diestra y siniestra y programar canciones.

De nuevo tuve un acercamiento a la radio en la clase de Lenguajes y Formatos Radiofónicos, que la dictaba el profesor Eliecer Pinto, o sea, dos años después de la primera experiencia fallida. Allí me di cuenta que la radio era totalmente diferente a como nos la imaginábamos en el primer semestre. Empezábamos a hacer informativos semanales, hacíamos periodismo en la calle con la gente, hacíamos ejercicios de dicción, hacíamos nuestros propios libretos y redactábamos. Vea que curioso, la radio hizo que me diera cuenta de otra pasión que siempre he tenido: la de escribir y la de redactar.
Pero el primer gran paso hacia la radio se dio durante la VI Semana de la Comunicación el año pasado, cuando el Profesor Eliecer decidió que todos los de su clase teníamos que cubrir los diferente eventos de esa semana, entrevistar a los panelistas, a los alumnos, editar las notas y mandarlas al aire ese mismo día en el Informativo Notiminuto, que lo dirigía Jaime Carvajal. Hacíamos periodismo en caliente, nos sentíamos periodistas de verdad, nos hicieron creer el rol que debemos desempeñar desde ya. Después de esa ardua y dura semana, me sentía satisfecho por el trabajo que había hecho. Las felicitaciones hacia el grupo, por parte de Uniminuto Radio no se hicieron esperar, el Director de la emisora Néstor Ballesteros nos hizo llegar las certificaciones del trabajo que habíamos realizado.

Aún recuerdo cuando con Edgar Molina, cogimos a Jaime Carvajal estresado, mientras editaba las notas de sus alumnos y le expresamos nuestras ganas de entrar a la emisora virtual, pero por esa época muchas personas se encontraban a la expectativa de entrar a la emisora, al igual que nosotros.

Panorama Uniminuto visita RCN Radio
Ya finalizando semestre, y ad portas de entregar trabajos finales, hicimos un magazine radial para la clase de Eliecer Pinto, la emoción radicaba en que íbamos a hacer todo un programa de radio nosotros mismos (los de la clase) y que lo iban a transmitir en vivo por radio.uniminuto.edu. Pero a mí personalmente me emocionó el momento cuando casi todo el salón estuvo de acuerdo que yo fuera parte de las cuatro personas que iban a dirigir el magazine, eso me hizo pensar por un momento que iba por buen camino y aumentaron mis expectativas frente a la radio.

Gracias a esas experiencias vividas ese semestre, y hablando con Edgar Molina, amigo y colega, decidimos hablar con Néstor Ballesteros para realizar un proyecto radial para empezar a ser partícipes de la emisora virtual. El proyecto nunca lo enviamos sino hasta el año siguiente, por cuestiones y compromisos netamente académicos que nos imposibilitaban planear a profundidad un proyecto de estos.

La coequipera de Panorama Uniminuto Veronica Pabón
A mediados del primer semestre de este año, la emisora virtual convocó a una reunión para reorganizar la emisora, proponer nuevos proyectos radiales y definir el futuro de la misma. Recuerdo que en la primera reunión se llenó aquel salón, se llenó de personas con el sueño de hacer radio. Edgar y yo íbamos con una propuesta musical para la emisora, que pudimos por fin darla a conocer a los de la emisora, en ese momento esa propuesta no tenía nombre especifico. Después pasaron otras dos reuniones, a veces con más gente y a veces con menos gente. Para la segunda reunión se embarcaron en el proyecto Sonia Santana y Karen Sierra, dos amigas y compañeras de hace un par de años en la universidad. El nombre del proyecto que habíamos propuesto, lo nombré temporalmente Mundo Musical, luego pasaría a llamarse Zona Cero.

Para ese momento Jaime Carvajal dio a luz a su primer hijo: Panorama Uniminuto, que se convertiría en la columna vertebral de Uniminuto Radio. A ese proyecto nos embarcamos en primera instancia Gisselle Martín, Sonia Santana, Laura Avendaño, Verónica Pabón, Gabriela Larrota, Alejandra Arenas, Edgar Molina, Andres Martín, Jorge Mario Pérez, por supuesto Jaime Carvajal y yo. Desde ahí han entrado y salido varias personas. Este magazine informativo reemplazó al antiguo noticiero Notiminuto.

El director de Panorama Uniminuto Jaime Carvajar Al Aire
Panorama Uniminuto nació el 3 de mayo de este año. El nombre del magazine lo escogimos ese mismo día nosotros. Las propuestas eran distintas pero el fin era el mismo: Ventana Uniminuto, Informativo Uniminuto, Actualidad Uniminuto, eran algunos de los nombres del proyecto, y finalmente quedó Panorama Uniminuto “Una ventana a la actualidad”. Las primeras emisiones las empezamos a hacer los días viernes, cubriendo los diferentes eventos y actividades de las diferentes facultades y dependencias de la sede principal, y los relacionábamos con la actualidad del país y del mundo. A medida que el programa iba creciendo, y sin dejar de lado las noticias de la universidad, los periodistas de Panorama Uniminuto empezamos a buscar y entrevistar distintos personajes de la vida pública nacional e internacional. Así mismo el número de oyentes iba creciendo y el nombre de Panorama Uniminuto era reconocido cada vez más.
Parte del equipo de Uniminuto Radio

El amor por la radio y por el proyecto de Jaime, se demostró durante las vacaciones de mitad de año, ya que Panorama Uniminuto se seguía emitiendo, y todos los integrantes del programa seguíamos haciendo radio por pasión mas no por obligación, por eso no hubo ningún problema en ir a “trabajar” durante la época de vacaciones. Los periodistas que alcanzamos a viajar en esa época, mandábamos nuestras notas y hacíamos el papel de enviados especiales. Andrés Martín cubrió desde Valledupar, Gabriela Larrota cubrió desde Yopal, Leidy Prohaños cubrió desde Perú, yo cubrí desde el Tolima. Y cada vez que un integrante de Panorama viajaba, hacía periodismo desde ese lugar.

El equipo de Zona Cero después de emisión con invitados
Estando yo en recuperación después de una intervención quirúrgica, la mesa de trabajo de Zona Cero fue invitada por el profesor Guillermo Patiño a la emisora Radio Semillas de Tibasosa, en Boyacá, donde el programa se dio a conocer y por supuesto el nombre Uniminuto Radio también.

La oportunidad de dar a conocer a la comunidad académica Panorama Uniminuto, se dio en la más reciente versión de la Semana de la Comunicación, siendo nosotros el informativo oficial de lo que pasaba en esta Semana. Así como hace un año, este año también hicimos periodismo en caliente: asistíamos a los eventos, entrevistábamos, editábamos, redactábamos el artículo del evento con el profesor Joaquín Gómez para ser publicado en la página de la Universidad, y a las 4pm ya estábamos listos para salir al aire en Panorama Uniminuto.  

Por Panorama Uniminuto han pasado varios personajes como:

  1. ·         Andrés López (Comediante)
  2. ·         Antonio Navarro Wolff (Político)
  3. ·         David Luna (Político)
  4. ·         Manuel Teodoro (Periodista)
  5. ·         Manuel-Manolito-Salazar (Periodista)
  6. ·         Padre Diego Jaramillo cjm (Director de El Minuto de Dios)
  7. ·         Hernán Orjuela (Presentador)
  8. ·         Georgina-Goga-Ruiz Sandoval (Narradora deportiva)
  9. ·         Enrique Peñalosa (Politico y urbanista)

Los sueños de radio se están haciendo realidad. Como dicen por ahí “el tiempo de Dios es perfecto” y él sabe lo que es de uno. Aún falta mucho camino por recorrer, pero ya he dado el primer gran paso para cumplir mis sueños y mis metas.

Haciendo radio
Quiero agradecer en todo este proceso a Jaime Carvajal, Néstor Ballesteros, a todo el equipo de trabajo de Uniminuto Radio, y a mis compañeros, amigos y colegas que se han embarcado conmigo en este sueño.

Ayer, mientras escribía esto, Jaime publicó en su cuenta de Twitter algo que me parece pertinente poner en este escrito: "Cuando le suene la alarma para despertarse y se queje porque le toca ir a trabajar, renuncie!, se le acabó la pasión por ese trabajo"

CODA: Radio Dreams, el título en inglés es gracias a que Jaime no pasa música en ingles porque no sabemos hablar el idioma, y porque pronuncia Tunein como Túne-ín y no como tunín.


Diego Hernán Rubiano Devia

@DiegoRubianoD

martes, 6 de agosto de 2013

MI AMADA BOGOTÁ

“Y como no sentirme orgulloso de la ciudad que me vio nacer…”

Fuente: http://www.culturarecreacionydeporte.gov.co
Como no sentirme orgulloso este día, si al despertar, siento ese frio característico que de repente se vuelve cálido alrededor de un típico café en la mañana, mientras miro cómo se asoma el sol por detrás de esos verdes cerros orientales, y que en compañía de la radio, empieza un nuevo día.

Y como no sentirme orgulloso de la ciudad que me vio nacer, que me ha visto crecer, y que me lo ha dado todo. Esa ciudad que a diario me brinda miles de oportunidades.

Y es que Bogotá es la ciudad de las oportunidades, lo que la ha convertido en una ciudad multicultural, en una ciudad diversa. Esa ciudad que por siempre ha recibido a las personas de todos los rincones del país. Por eso Bogotá es tierra de todos.

Esto lo escribo con nostalgia, porque aunque Bogotá es tierra de todos, tal parece que no es tierra de nadie. Una ciudad que da pero que no recibe. Una ciudad que hemos ultrajado, que hemos afeado, que hemos dañado y deteriorado. Una ciudad con miles de calles tristes, desoladas; con sus paredes pintadas con improperios hacia algún anónimo, o algún escudo de un equipo de futbol mal representado. Una ciudad saqueada por un sinfín de gobernantes que se han llenado los bolsillos con el erario público, gobernantes elegidos por nosotros los bogotanos, elegidos a raíz de nuestra ingenuidad e ignorancia. Una ciudad cubierta de carteles publicitarios mal pegados, que quedan en el olvido a través del tiempo. Una ciudad que ha crecido hacia los lado y no hacia arriba, por causa de la pobreza; un reflejo de la situación del país a lo largo de su historia reciente.

Bogotá es esa ciudad que combina los grandes edificios modernos, con la arquitectura colonial. Y como no recordar el centro histórico de la capital, con sus pequeñas calles, la mayoría empinadas, donde se posan grandes casas construidas de bahareque, que expulsan un olor a historia. Sus iglesias, de estilo colonial. La gran Plaza de Bolívar, rodeada por los edificios de los cuatro poderes del país (el ejecutivo, el legislativo, el judicial, y la iglesia), lugar de encuentro de marchas y protestas; a pesar de ser Bogotá una de las ciudades más grandes de América Latina, aún conserva esa típica plaza que es común en todos los municipios del país. Pero es inevitable no mirar hacia arriba, y ver los grandes edificios, ver esa ciudad moderna, que ha tenido que crecer aceleradamente. Recordar los grandes centros de encuentro de los capitalinos, como el Estadio el Campín, que vibra apasionadamente en cada clásico, el Parque Simón Bolívar (nuestro propio Central Park), el tradicional Chorro de Quevedo y el Parque de los Periodistas, los grandes centros comerciales y financieros. Y esa mancha de buses rojos de Transmilenio que terminó convirtiéndose en parte de nuestra cultura. Mirar hacia el oriente y observar esa iglesia que se posa en la cima del Cerro de Monserrate, y a uno de sus costados, a la Virgen de Guadalupe, que reposa en el cerro de mismo nombre, y que día y noche vigilan la ciudad como el mismo Dios.   

Ojalá que los habitantes de esta ciudad, de la Metrópoli de América del Sur, recuerden esta fecha tan especial, y que así mismo aprendan (aprendamos) a quererla, a valorarla, a hacer de ella una ciudad mejor.

¡Feliz cumpleaños 475 Bogotá!

Diego Hernán Rubiano Devia
@DiegoRubianoD











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