“Recordemos que actualmente hay un rifirrafe entre los
que están y los que no están de acurdo con una paz con impunidad…”.
Parece ser que las vallas publicitarias, son la nueva
estrategia de campaña política de algunos políticos, valga la redundancia; pero
no solo es una estrategia de campaña política, sino una estrategia para dejar
un impacto sobre una realidad que se está viviendo y que se quiere expresar.
Foto: Semana.com |
Es el caso de Francisco Santos, que hasta hace ya algunos
meses, ha estado utilizando esta estrategia publicitaria, con mensajes que han
tocado hasta la fibra más sensible de la sociedad, polarizando a la opinión pública
y dando mucho de qué hablar. Está claro que “Pachito” Santos, es el
precandidato presidencial predilecto por el uribismo, y que actualmente tiene
como principal rival político a su primo-hermano Juan Manuel Santos: actual
presidente de Colombia y candidato reeleccionista en 2014. Todos sabemos que la
disputa entre los dos Santos, viene desde la pelea cazada por el Presidente
Santos y Álvaro Uribe. Y saber que el próximo año se abre la contienda
electoral, “Pachito” decidió, campantemente, hacer vallas publicitarias, en
medio de un proceso de paz, que, aunque muchos no creamos en este “proceso”, es
un hecho trascendental para el país. Pacho sabe que este tipo de publicidad
puede poner en riesgo este proceso, y hacer tambalear la popularidad del
Presidente Santos, que es un vaivén en esta última etapa de gobierno: baja y
sube su popularidad, pero va mas en picada que en subida.
Pero la noticia de las vallas puestas por “Pachito” ya
todos la sabemos; y es que el susodicho puso de moda esta estrategia mediática
para hacer política, ahora el exviceministro de Defensa del gobierno de Álvaro
Uribe: Rafael Guarín quiso hacer su propia valla, con un mensaje muy claro: NO
MAS IMPUNIDAD! Y se muestran las caricaturas de Gustavo Petro, con un letrero
arriba que dice M19, y la de Timochenko, con un letrero que dice FARC. La valla,
según Revista Semana, será puesta en el municipio de Soacha y no en Bogotá,
según Guarín, “por el temor de ser perseguidos por la alcaldía de Gustavo Petro”.
Recordemos que actualmente hay un rifirrafe entre los que
están y los que no están de acurdo con una paz con impunidad, entre el Gobierno
y la guerrilla de las Farc. Yo me pregunto ¿es justo que haya perdón y olvido a
un grupo guerrillero al que se le deben ríos de sangre y muerte en el país? y
creo que muchos colombianos, sobre todo las víctimas del conflicto se preguntan
lo mismo. Yo creo que por ese lado, las vallas publicitarias que llevan este
tipo de mensajes, han tenido tanta acogida, y a su vez han generado bastante polémica.
Si nos hiciéramos la pregunta ¿será que si se puede hacer
eso? La respuesta es que si se puede, se pueden poner vallas publicitarias
donde uno quiera. La pregunta ahora es ¿hasta qué punto es posible hacerlo? ¿Cuál
es el límite ético y moral que hay detrás de poner o no publicidad de este
tipo? Hay que ver que esta estrategia política tiene un arma de doble filo.
Primero: hacer ver a la gente una realidad sin rodeos, con un mensaje directo y
objetivo. Segundo: hacer campaña política, sabiendo que se acerca la contienda
electoral, seguido de las elecciones presidenciales. Pero no solo eso, la
intención de fondo, como ya lo decía, es polarizar a la opinión pública, y
correr el riesgo de que fracasen acontecimientos trascendentales como un
eventual acuerdo de paz.
Somos un país democrático, un país donde se pueden
inundar ciudades por doquier con publicidad política, con vallas publicitarias,
cada quien es libre de expresar su opinión por el medio que más le convenga,
pero lo que tiene que quedar claro es que hay que ser prudente en lo que se
quiere expresar, hay que tener en cuenta que hay una barrera ética, y si no
fuera por esa barrera, la política en Colombia sería un caos.
Obvio, todos sabemos que personas como Timochenko, Iván Márquez,
Rodrigo Granda, etc. solo han sembrado terror en el país, que son personajes
que no tienen autoridad moral para hablar de paz, cuando ellos son los que han
hecho la guerra, ni mucho menos para hablar de Reforma Agraria, cuando ellos
han despojado a los campesinos de sus tierras, los han desplazados, y mucho
menos tienen la autoridad moral de hablar de derechos humanos, cuando son los
que más los han violado. Yo sé que ustedes se preguntaran ¿y los paramilitares?
¿Y el estado? ¿Y las Bacrim? ¿Y la delincuencia común? Claro que ellos también
son parte del conflicto, y por eso mismo creo que un proceso de paz, solo con
las Farc, no es viable, porque la guerra seguiría, y mucho menos si hablamos de
impunidad, de “perdón y olvido”.
Ese es el papel tan importante que están jugando estas
vallas publicitarias, diseñadas con una doble intencionalidad, donde se mezclan
las disputas políticas, los intereses personales y la polarización de la
opinión pública; todo esto, detrás de una verdad que nos toca a todos los
colombianos.
Diego Hernán Rubiano Devia
@DiegoRubianoD
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