martes, 29 de septiembre de 2015

¡Cuando los ciclos no deberían cerrarse!

La recordé por enésima vez cuando pasaba las fotos recientes de mi celular. Recordé los buenos momentos, muchos de ellos reflejados en esas imágenes, y los otros, guardados en mi cabeza, en forma de recuerdos. No puedo decir que hubo malos momentos, porque en realidad no los hubo… Solo cosas buenas por recordar.

Cuando me di a la tarea de conocerla, me di cuenta del ser tan maravilloso que se había cruzado en mi camino. Pude conocer algo de su vida, de sus sueños, de sus metas, de sus pasiones. Tenía al frente a una mujer guerrera, una luchadora incansable que siempre ha logrado sus objetivos y nunca la vi rendirse.

Admiré siempre su belleza, su actitud, su disciplina, su inteligencia y su independencia. Admiré también su forma de pensar, su manera de ver y vivir la vida.
Siempre había un motivo para hablar con ella, para estar con ella… De repente se convirtió en alguien importante para mí, pues es de esas personas que se te pegan facilito al corazón, de esas que te sacuden el alma y marcan parte de tu vida.

Fue grato haber terminado junto a ella un ciclo muy importante en nuestras vidas, un ciclo que luchamos desde el principio por cerrar. Nuestro sueño se cumplió, cumplimos nuestra meta de llegar hasta el final. Valió la pena.

Ahora la nostalgia me invade al saber que ese ciclo que nos juntó, por el cual luchamos como equipo, y el que ya cerramos, nos aleje, y nos aleje mucho; pues andamos por caminos distintos en busca del mismo sueño.

Solo espero que la vida no nos vaya a poner en caminos tan lejanos, y si lo hace, espero que nuestros caminos se crucen en algún lugar de la vida, pues esas son las personas que nunca se pueden arrancar del corazón porque ya hacen parte de uno, y ahí si nada se puede hacer.

Te quiero mi guerrerita.

Diego Hernán Rubiano Devia

@DiegoRubianoD

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comments system

Disqus Shortname