La semana pasada, el ex concejal Hipólito Moreno confesó su
participación en el Carrusel de la Contratación.
Foto tomada de: lasillavacia.com |
Debo admitirlo, firmé hace un par de meses para la
revocatoria del alcalde Gustavo Petro, un día que por casualidad pasaba por el
centro histórico de la ciudad, más exactamente sobre la carrera séptima, donde últimamente
se han aglomerado una gran cantidad de jóvenes para recoger firmas, no solo
para la revocatoria del alcalde, sino también para la revocatoria del Congreso.
Firmé siendo consciente de los desacuerdos que siempre he tenido hacia la
gestión de Gustavo Petro. Firmé con plena seguridad de que sería lo mejor para
la ciudad.
Hace un par de semanas, medios de comunicación como El
Tiempo y Blu Radio, informaron que el Distrito tendría en su poder una copia de
las firmas que, hasta el momento habían sido recaudadas, y que se tendría a
funcionarios del Distrito verificando su veracidad. ¿Por qué Petro está
mandando a revisar las firmas que, se suponen son de confidencialidad de la
Registraduría? ¿Teme Petro ser revocado? ¿Habrá represalias contra los
funcionarios del Distrito que firmaron? Por otro lado, es paradójico que en la
revisión de firmas se hayan sacado conclusiones como: el 43% de las personas
que firmaron, no pertenecen al censo electoral de Bogotá. O que muchas de las
firmas, eran firmas ficticias, de gente que quería mofar la recolección de
firmas. Por ejemplo, aparecían firmas de figuras como Shakira, o personajes de
ficción como Batman. Pero esto no importa, lo que está demostrando el
burgomaestre es algún temor por ser revocado. Pienso yo, que si él está haciendo
las cosas bien, como dice que las está haciendo, no se debería preocupar por su
revocatoria.
La semana pasada, el ex concejal Hipólito Moreno confesó su
participación en el Carrusel de la Contratación. Como lo reveló el portal La
Silla Vacía, Moreno era uno de los concejales más poderosos, ayudó a Juan
Lozano en 2003 en su candidatura a la alcaldía por el Partido de la U, confesó
su participación en el contrato de las ambulancias del Distrito, el millonario
contrato de 67 mil millones de pesos, del cual él recibía el 9%, es decir, unos
6 mil millones de pesos.
La confesión de Moreno tiene temblando a 12 concejales de
los que se tienen indicios de participación en el Cartel de la Contratación, y
que, obviamente tendrán que ser investigados. Por una parte, Petro se da por
bien servido. Recordemos que Petro en Congreso, se encargó de denunciar al
Cartel de la Contratación en Bogotá, y denunciar a sus autores, entre ellos Hipólito
Moreno. Lo terminó de hacer en su llegada a la alcaldía. Aunque bien se sabe
que Petro gestiona y ejecuta desde la improvisación, hay que rescatar que fue
la persona que gracias a sus denuncias, logró desarticular la olla podrida de
la contratación en Bogotá, de eso no cabe la menor duda.
Detrás de la revocatoria, se sabe, está el Representante
a la Cámara Miguel Gómez Martínez, y varios concejales que apoyan la
iniciativa, pero ¿a qué precio? De los 12 concejales de los que se tienen
indicios de participación en el Cartel de la Contratación, la mayoría, por no
decir que todos, apoyan la iniciativa de revocatoria a Petro, pero no por los
argumentos de que el burgomaestre improvisa, o es inepto, sino por beneficio
personal, para sacarse a Petro del camino, quien ha sido la piedra en el zapato
de estos funcionarios públicos.
Pero no todo son flores para Petro, ya que este se
encuentra en la incertidumbre de que el Concejo le apruebe proyectos
primordiales de su administración, como el de la actualización del POT, el cupo
de endeudamiento para inversión en movilidad (incluye el metro pesado para
Bogotá), y la eliminación de la valorización. ¿Las declaraciones interpuestas
por Hipólito Moreno, afectará en las decisiones que tome el concejo?
Ahora, el tema de las firmas de la revocatoria al alcalde
Gustavo Petro que es un tema de doble filo. Primero, es obvio que los autores
de la revocatoria de Petro buscan intereses personales, eso ya se sabe. Segundo,
los que firmamos por la inconformidad que sentimos ante las improvisaciones en
las gestiones del alcalde ¿estaremos colaborando inconsciente para sacarlo del
camino a quienes, personalmente, no les conviene?
Diego Hernán Rubiano Devia